En www.FonoZoo.com iniciamos la publicación de ambientes sonoros de lugares insignes con el Cigarral de Menores de Toledo con ocasión de la publicación del libro “Memorias del Cigarral 1552-2015”, Editorial Taurus de Gregorio Marañón y Bertrán de Lis ( www.gregoriomaranon.es )

El Cigarral de Menores (www.cigarraldemenores.com) es un espacio único que ha sido testigo de importantes eventos en la historia y la vida cultural de España en los últimos siglos.

Además de esa condición histórica, de su indudable valor artístico y de su importante papel en la vida cultural y política, el Cigarral de Menores es un espacio natural y alberga a muchas especies animales.

Esta fauna aprovecha los recursos proporcionados por el denso arbolado, las zonas umbrías, y sobre todo los numerosos manantiales, albercas y fuentes de los jardines.

No sólo los insectos (cigarras, grillos) y las aves, pero también los anfibios y los mamíferos contribuyen con sus sonidos a formar un paisaje sonoro único, que es acompañado por el continuo discurrir del agua de las fuentes, las caricias del viento en los árboles, algún animal doméstico, y de fondo, periódicamente, las campanas de Toledo.

Rafael Márquez.

 

 

 

 

Historia Cultura y Arte en el Cigarral de Menores

 

El Cigarral de Menores es uno de los veinte que se relacionan en la obra de Tirso de Molina “Los cigarrales de Toledo”, publicada en 1624. De aquellos cigarrales históricos sólo se conservan siete, siendo el de Menores el que mejor representa el carácter de estas tradicionales propiedades toledanas.

Fue adquirido en 1597 por don Jerónimo de Miranda y Vivero, canónigo de la catedral de Toledo por designación del papa Clemente VIII, pese a tener entre sus familiares colaterales cuatro condenados por luteranos y tres por judaizantes. En 1601 hereda un importante mayorazgo y encarga al arquitecto Juan Bautista Monegro la construcción de una villa y el trazado de sus jardines al estilo renacentista. A su muerte, lega el Cigarral a la orden de los Clérigos Menores de San Francisco Caracciolo, de origen napolitano.

Estos llegaron en abril de 1619, un mes después de la muerte de don Jerónimo, y su fama de espiritualidad hizo que se dijera que habían formado en Toledo “un coleggio di santi”. Permanecieron en el Cigarral que pasó a ser el Convento de San Julián, hasta su desamortización en 1835. Desde esa fecha hasta 1921, cuando lo adquiere y restaura el Dr. Marañón, el Cigarral pertenece a diversos propietarios, entre los que figura el político liberal Manuel Silvela y el beato Joaquín de Lamadrid.

Gregorio Marañón Posadillo (1887-1960) es una de las personalidades más influyentes de su época, como médico, científico, humanista e historiador. De la mano de Pérez Galdós conoce Toledo y descubre el Cigarral de Menores. En 1931, con Ortega y Gasset y Pérez de Ayala, funda la Agrupación al Servicio de la República. En 1987, al conmemorarse el centenario de su nacimiento, el rey Juan Carlos I dijo de él que “su herencia moral, su magisterio científico y su ejemplo cívico, constituyen una energía histórica que los españoles de hoy no podemos desaprovechar”. En la paz del Cigarral transcurrieron sus mejores horas, escribió casi todos sus libros y convocó a las más prestigiosas personalidades de la ciencia, la literatura, el arte y la política de su tiempo. Durante la guerra civil, Marañón tuvo que exiliarse en París, y el Cigarral fue bombardeado y saqueado. Su hija Carmen y su marido Alejandro Fernández de Araoz lo restauraron para que a su regreso, en 1942, Marañón lo encontrara completamente rehecho.

En 1978, al fallecer Dolores Moya, viuda del Dr. Marañón, su nieto Gregorio Marañón Bertrán de Lis lo adquiere a su familia. Amplía sus linderos, completa su edificación, y recupera sus pequeños jardines renacentistas, que forman un oasis de sensualidad entre fuentes y frondosas vegetaciones. En la actualidad, Gregorio Marañón Bertrán de Lis y Pilar Solís-Beaumont Martínez-Campos, marqueses de Marañón, viven en el Cigarral una gran parte del año y lo cuidan con gran dedicación, tarea en la que cuentan con la colaboración del arquitecto Gregorio Marañón Medina. También han incorporado una importante colección de escultura contemporánea en la que destacan la obra de Eduardo Chillida “Lugar de asiento” y la fuente de Cristina Iglesias.

Al Cigarral acudieron asiduamente los principales artífices de la edad de plata de la cultura española: entre otros, Valle-Inclán, Unamuno, Azorín, Ortega, Pérez de Ayala y García Lorca, que hizo una inolvidable lectura de “Bodas de sangre”. Memorables son también las visitas de Azaña con el presidente Herriot, y décadas después, la del general De Gaulle, quien se alojó en la casa. La tradición hospitalaria del Cigarral sigue viva, acogiendo a numerosos amigos y visitantes.

En 2007, a instancia de sus propietarios, el Cigarral de Menores se declaró Bien de Interés Cultural, en la categoría de Monumento, siendo el primer cigarral que recibe este reconocimiento.

Gregorio Marañón y Bertrán de Lis

 

 

Acuarelas de Pilar Solís, Marquesa de Marañón